Oleo Oleo Acrilico El uso del color es esencial en la obra. Los tonos cálidos en el primer plano destacan la calidez humana y la intimidad del momento, mientras que los fríos en el fondo sugieren una atmósfera etérea, casi onírica, que conecta el presente con el pasado. De esta forma, "Las primas" no solo inmortaliza un momento, sino que también lo resignifica, invitando al espectador a reflexionar sobre el paso del tiempo, las relaciones familiares y la importancia de preservar los recuerdos. Esta obra forma parte de una exploración más amplia sobre cómo el arte puede reinterpretar el pasado, incorporando elementos del entorno natural y rural como puente hacia una memoria emocional y colectiva.
100cm x 100cm
2017
transmite una atmósfera de calidez y memoria. Retrata una escena familiar cargada de nostalgia, en la que las figuras parecen enraizadas en un momento cotidiano, rodeadas de un entorno que mezcla elementos del pasado. Los colores cálidos, con predominio de amarillos y rosados, refuerzan el sentimiento de añoranza y conexión emocional.
El detalle de los personajes de mi abuela y mi papá de pequeño aporta una narrativa íntima y personal, mientras que la ambientación, con elementos como el grifo y la arquitectura al fondo, evoca una época específica. La composición sugiere una celebración de lo simple y lo esencial: la familia, las tradiciones, y la cotidianeidad del momento compartido.
el personaje que sostiene la tetera introduce un elemento fascinante de realismo mágico. Aunque el grupo está al aire libre, este objeto evoca la intimidad de un ritual doméstico, como si el entorno exterior no pudiera romper la conexión simbólica de compartir un momento de té. Esto genera un contraste sutil pero poderoso: el acto de servir té, un gesto típicamente privado y hogareño, se despliega en un paisaje abierto, creando una fusión entre lo cotidiano y lo extraordinario.
Lo mágico emerge de lo más sencillo. La tetera se convierte en un puente entre mundos, sugiriendo que las tradiciones familiares y los gestos cotidianos trascienden los límites físicos del espacio. La atmósfera cálida y los tonos vibrantes refuerzan esta sensación, imbuyendo la escena con un halo de atemporalidad y poesía
100cm x 100cm
2021
La pintura al óleo "Mi amigo el gallo" representa una escena de cumpleaños infantil cargada de nostalgia y elementos surrealistas. En el primer plano destaca una torta en forma de barco, un detalle que evoca la imaginación y los sueños de la infancia. Cuatro niños están reunidos alrededor de la mesa, con expresiones que reflejan una mezcla de solemnidad y misterio. Uno de ellos, el más peculiar, tiene cabeza de gallo, integrando el mundo animal en el espacio humano de manera simbólica y mágica. Los colores cálidos de los rostros contrastan con un fondo más sombrío, mientras que los tonos vibrantes de la torta y el rojo del suéter del niño con cabeza de gallo aportan dinamismo a la composición.
150cm x 150cm
2016
La composición está dividida en dos planos: en el primero, tres mujeres posan con una mezcla de orgullo y alegría, mientras que a su lado un caballo parece querer formar parte del recuerdo, humanizando su presencia y evocando una conexión profunda con la naturaleza. En el fondo, otro grupo familiar observa la escena, como si fueran testigos y participantes de esta memoria colectiva. El grifo en primer plano, aparentemente banal, actúa como un ancla simbólica, un recordatorio de las rutinas y el entorno rural que enmarcan estas relaciones.