«El Mensaje del Colibri»
La obra explora el vínculo entre la memoria, el amor y la trascendencia. El colibrí, símbolo recurrente en diversas culturas, representa el espíritu de un ser querido que ha partido, en este caso, la madre de la amiga retratada. Esta pequeña ave, con su vuelo ágil y presencia etérea, se convierte en un puente entre el mundo físico y el espiritual, un mensajero que conecta generaciones.
El retrato no solo captura un momento íntimo entre abuela y nieto, sino que también encapsula el poder de los recuerdos y la presencia simbólica de aquellos que ya no están físicamente, pero siguen vivos a través de los signos que nos deja la naturaleza. Es una obra que celebra la vida, el amor eterno y la esperanza de que los vínculos más profundos nunca desaparecen.
«El mensaje del colibrí» es una fotolitografía que representa a una mujer abrazando cariñosamente a su primer nieto. Ambos están envueltos en una atmósfera de ternura y conexión intergeneracional. La mujer sonríe con calidez, mientras el bebé, lleno de vida y curiosidad, mira con alegría. Un colibrí, detalladamente representado, irrumpe en la escena con sus alas extendidas, como si trajera un mensaje desde otro plano. Los colores, aunque sutiles, destacan el colibrí y la vestimenta de la mujer, creando un equilibrio armónico entre lo terrenal y lo espiritual.olitografia + stencil
«Bar, el Flamenco»
La obra litográfica titulada «Bar, el flamenco» presenta una escena en el interior de un bar clásico, con un aire nostálgico que evoca épocas pasadas. La composición muestra a dos camareros, uno de ellos con un elegante traje y otro con un delantal blanco, atendiendo detrás de una barra llena de copas, botellas y vajilla ordenada con precisión.
Sin embargo, el elemento disruptivo y mágico de la escena es un comensal inesperado: un flamenco, majestuoso y sereno, sentado en una silla frente a una mesa preparada con copas cubiertas. Este animal, con su largo cuello curvado y su expresión casi contemplativa, parece formar parte natural del entorno, pese a lo inusual de su presencia.
La obra fusiona lo cotidiano con lo fantástico, creando un diálogo entre la realidad y lo mágico. El flamenco, símbolo de elegancia y delicadeza, rompe la rutina del lugar y añade un elemento surrealista que obliga al espectador a replantearse la relación entre lo humano y lo animal.
Esta escena no solo juega con la sorpresa visual, sino que también sugiere una reflexión sobre la convivencia, lo inesperado y la posibilidad de encontrar belleza y poesía en los espacios más comunes. La elección del flamenco puede representar la idea de un visitante ajeno al mundo humano, pero que, de alguna manera, pertenece plenamente a él en esta atmósfera onírica.
«Dia de Campo»
La obra Día de Campo representa una escena nostálgica y surrealista en la que un grupo de amigos disfruta de un momento al aire libre. Las figuras humanas, algunas de ellas fusionadas con características animales —como un hombre con cabeza de ave y otro con cabeza de ciervo— evocan un mundo de realismo mágico donde las fronteras entre lo humano, lo animal y lo fantástico se desdibujan.
El personaje de la izquierda, con su postura relajada y esa pata de cabra tan característica, refuerza claramente la referencia al fauno. Estas criaturas mitológicas, asociadas a la naturaleza, el desenfreno y el placer sensorial, encajan perfectamente en la atmósfera de esta obra.
El personaje central bebiendo, refuerza esta idea dionisíaca
El grupo alrededor parece participar de esta atmósfera de celebración, con expresiones que oscilan entre la alegría y la complicidad, pero también con un toque de misterio y melancolía.
Litografía en blanco y negro: Se centra en el detalle y el contraste, destacando la textura y la expresividad de los personajes.
Litografía a color (tonos morados y negros): Aporta una atmósfera más onírica y poética, reforzando el carácter fantástico de la escena
«Almacen: el Acuario«
La litografía titulada «Almacén El Acuario» representa una escena nostálgica de un antiguo almacén atendido por una familia que se encuentra detrás de un mostrador. En el primer plano, las latas de galletas están dispuestas en hileras y, a través de sus ventanas circulares, revelan no solo galletas, sino también peces, hipocampos y otras criaturas acuáticas, creando la ilusión de pequeñas peceras. Este detalle mágico aporta un aire de irrealidad y poesía visual a la composición.
En la versión en blanco y negro, se destacan los contrastes y los detalles en las texturas, mientras que en la versión a color, los tonos suaves de los envases y las prendas de la familia añaden calidez y vida a la escena. El fondo, repleto de botellas ordenadas en estantes, refuerza el carácter tradicional del almacén.
La obra combina la nostalgia por los oficios que han desaparecido con el realismo mágico característico de mi estilo, donde lo cotidiano se fusiona con lo fantástico, dando como resultado una imagen que evoca tanto la memoria como la imaginación.
«Animamesa de amigos«
«Animamesa de amigos» es una litografía que fusiona el mundo humano con el animal en una escena de celebración. La obra presenta a un grupo de jóvenes reunidos alrededor de una mesa, compartiendo alimentos y bebidas en un ambiente distendido, mientras están acompañados —y casi fundidos— con animales como cebras, jirafas, rinocerontes y un toro.
El título Animamesa surge de la combinación de las palabras animal y mesa, simbolizando una comunión única entre ambas naturalezas. La ambigüedad es el eje central de la pieza: no queda claro si los protagonistas son los humanos que comparten con los animales o si, por el contrario, son los animales quienes han convocado esta celebración. Esta dualidad invita al espectador a cuestionar los límites entre lo humano y lo animal, y a reflexionar sobre el protagonismo compartido en la escena.
La obra sugiere un espacio donde las jerarquías desaparecen y ambos mundos coexisten en igualdad, invitando a una reflexión sobre la conexión esencial entre el ser humano y la naturaleza.
«Mosaicos: Las Iguanas»
La litografía representa una escena en una antigua fábrica de mosaicos donde un grupo de obreros posa en medio de un entorno industrial detallado. Se observan herramientas, prensas y barriles propios de una fábrica artesanal. Los rostros de los obreros muestran seriedad y dedicación, reflejando el esfuerzo y la rutina de su oficio. Sin embargo, la escena se desborda hacia lo mágico con la presencia de iguanas que se camuflan hábilmente en el entorno, mimetizándose con las texturas de los mosaicos, herramientas y superficies.
En ‘Mozaicos las iguanas’, se entrelazan dos mundos: el de lo humano y lo natural. Los obreros representan oficios del pasado, oficios que hoy en día han sido desplazados por la industrialización moderna, pero que en esta escena se mantienen vivos en un instante suspendido en el tiempo. Las iguanas, con su capacidad de camuflaje, simbolizan la adaptación, el equilibrio y la presencia silenciosa de la naturaleza en espacios donde aparentemente no pertenece.
El camuflaje de las iguanas en la fábrica habla de la relación simbiótica entre el hombre y la naturaleza, sugiriendo que, aunque parezcan desconectados, ambos mundos están profundamente entrelazados. La obra no solo homenajea a los trabajadores anónimos y su legado artesanal, sino que también propone una reflexión sobre la armonía oculta entre lo industrial y lo natural, invitando al espectador a observar más allá de lo evidente.
En la version en color y el collage, no solo enriquecen la escena visualmente, sino que también profundizan en su simbolismo. Las iguanas, ahora vibrantes y llenas de matices, emergen con mayor protagonismo, desdibujando aún más los límites entre el mundo humano y el natural. El uso del collage añade texturas y capas que refuerzan la idea de la fusión entre lo industrial y lo orgánico, creando un diálogo visual entre lo estático y lo vivo.
El color resalta elementos clave de la composición: los obreros, con tonos más apagados, permanecen anclados al pasado, mientras que las iguanas, con sus tonalidades intensas y texturas detalladas, parecen irradiar una energía que conecta con lo eterno y lo natural.
En definitiva, es una versión que no solo reinterpreta la escena original, sino que amplifica su mensaje, invitando al espectador a descubrir nuevos detalles y reflexiones en cada mirada.